Eras mi espejo
y si te miro,
Solo figuras caleidoscópicas,
que desdibujo con mi mano,
como si fueras carboncillo
emborronado,
el del contorno de mi cuerpo
que difuminaste,
tantas veces.
Ceniza que se esfuma.
Ese cigarrillo de después,
de la obra de arte inacabada,
que soy contigo.
Una calada de victoria
amarga.
Espectáculo abstracto
y colorido.
Lleno de misterio
y atracción.
Polilla,
que sigue la luz,
y se quema.
Máscara de monstruo,
que envuelve el alma:
La mentira.
El engaño,
a mí misma.
Puñetazo,
martillo que arroja
pedazos de cristal por el suelo
-Diamantes en bruto-
reflejos,
reflejos,
de placeres y vicios,
de sueños y deseos.
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